jueves, 1 de noviembre de 2012

El llanto de Yudith

Eran la 6 de la mañana de un día cualquiera, mamá nos levanto, para asearnos, desayunar e ir al colegio. Cogí mi vieja mochila, llena de útiles, y marche al cole. Como siempre, nos saludábamos con efusividad, entre los amigos y compañeros. Algo, como si nos hubiéramos encontrado después de tiempo. Ya sentados en la carpetas. Nos preparamos para recibir las clases del profe. Nuestro gran amigo, el profesor Eleazar. Pasaron unos minutos (varios) Entonces entro, Yudith, aquella niña de ojos muy bonitos, y rostro pálido. Nos hablaba poco, ya que por ser mujer, se juntaba con las niñas. Era muy aplicada. Pero ese día cualquiera, llego a clases, y no cesaba de llorar. El profesor, salió a la puerta, a recibirla, le pregunto, él por qué de su llanto. Converso por un buen rato, ahí. Se logró escuchar: por que no vuelves a casa, y descansas. No quería ir a casa, ya que estaría más triste aún en casa. Quería distraerse. Pero el llanto, era muy grande. El profesor la llevo adelante, y no dijo: Chicos, él tío de Yudith, falleció ayer, y por eso esta así, sabemos que es difícil, pero ella, quiere estar con ustedes. Se siente muy triste, y por eso decidió venir a clases, para poder olvidar un poco ese dolor." No quiso que nos parasemos a darle consuelo. Tal vez, pensó el por ser unos niños, no comprendíamos el dolor de nuestra amiga. 

Yudith, se sentó en su carpeta, estaba más calmada, pero su rostro era más pálido de costumbre. Me pregunte, si su tío ha fallecido, por que no esta ahí. Era por que su tío vivía en la sierra. Había estado hace poco de visita en su casa. Ella lo quería mucho, y él a ella. Pensamos que el llanto de Yudith, pasaría nomas al sentarse, pero no. Seguía llorando, pero él profesor, prefirió dejar que siga. "¡Ya le pasará!" Y en ese instante, retomamos las clases. No podía dejar de mirar a Yudith. Tanto así que ella se dio cuenta. Ella al mirarme, le sonreí, como diciéndole ¡animo!. Ella sonrío a penas duras, pero ese momento, ese rostro, quedo grabado en mi. 

Llegado el recreo, se quedo con las chicas en el salón. La consolaban. Hasta que llego el momento que se tranquilizo. Ya estaba un poco mejor. Afuera los chicos, mientras jugábamos, hablamos muy poco de ese tema, tal vez, para no mostrar un poco de tristeza por nuestra compañera. No era muy amiga de los chicos. Al terminar las clases, el profesor, la acompaño, hasta que llegará su madre, a recogerla. Esa tarde se iban a la sierra. Nos despedimos de ellas, y no sabíamos ahí que decirle. Nos sonrió. Miro a todos, agradeciendo. Me miro muy detenidamente y me sonrió ahora más tranquila. y con un gesto, me demostró que esa sonrisa, era de tranquilidad y de agradecimiento. Al día siguiente el profesor nos hablo de eso. De lo que era la partida de los seres queridos, y que era parte de la vida. Había que aceptarlo, asumirlo. Era ley de vida. Esa vez, sentí mucha tristeza, por que sabemos que la vida era así.

Muchas veces me cruce, con Yudith, por las calles, allá en su barrio, solo nos  saludábamos, por que las veces que la veía, no sabía que decirle.. "¡Hola Danny! ¡Hola Yudith!" y era todo. Ya nos volveríamos a ver en el colegio. A veces me gustaba ver su rostro pálido, ya que me agradaba.

1985

(Ella no se llama Yudith, sino que cambie, no se si por respeto, o que.. No supe más de ella. Al año siguiente, cambio de colegio)